• Si observamos que nuestra piel presenta enrojecimientos, ronchas o descamación
• Al experimentar reacciones de hinchazón o prurito en la piel
• Cuando se produzcan reacciones asmáticas, rinitis o conjuntivitis
• Si al ingerir ciertos alimentos experimentamos problemas gastrointestinales o reacciones alérgicas en boca o piel
• Ante problemas en las vías respiratorias
• Cuando se produzcan inflamaciones alrededor de ojos y boca, u hormigueo y picor en la boca

Puesto que las alergias tienen un componente fuertemente genético, es difícil prevenir su desarrollo, pero si podemos tomar ciertas precauciones para controlarlas:

• Para los alérgicos a hongos o ácaros, es recomendable procurar ambientes ventilados y limpios, evitando vivir con objetos que acumulen polvo como alfombras y la utilización de humidificadores
• Los alérgicos al polen, en épocas de polinización es aconsejable usar gafas de sol, cerrar las ventanillas al viajar en coche, no cortar césped y evitar estar al aire libre o hacer deporte en momentos en los cuales la polinización es más fuerte
• Los ambientes con aires acondicionados pueden ayudar a combatir alérgenos, pero en ocasiones acumular polvo en sus motores y desarrollarse hongos, con lo cual aumentarían las alergias
• Es recomendable evitar el estrés, que puede empeorar los síntomas de las alergias, así como comprometer nuestro sistema inmunitario debido a los altos niveles de cortisol producidos por el estrés
• Cada patología alérgica requiere un tratamiento específico según la persona, con lo cual es importante no automedicarse

• Rinitis alérgica. Es la más frecuente entre las enfermedades alérgicas y se manifiesta en estornudos, secreción nasal acuosa, congestión nasal y picores de nariz. Hay caso en los cuales la rinitis se combina con la conjuntivitis alérgica (enrojecimiento, lagrimeo y picor de los ojos) o el asma alérgica, que cursa con tos y dificultades respiratorias.

• Urticaria. Esta patología cutánea es una reacción alérgica que se identifica por la aparición de habones o ronchas generalmente con prurito (picazón), que suelen durar menos de 24 horas. Cuando la afección llega a partes más profundas de la piel pueden aparecer hinchazones, más frecuentes en párpados o labios, que reciben el nombre de angioedema y que pueden durar varios días.

• Dermatitis atópica. Esta enfermedad se caracteriza principalmente por la sequedad cutánea que genera intensos picores, los cuales inducen al paciente a rascarse y, como resultado, producirse lesiones cutáneas de enrojecimiento y descamación (eccema). Esta patología se desarrolla habitualmente en niños desde las primeras etapas de la vida, aunque puede aparecer también en jóvenes y adultos.

• Alergia alimentaria. En este caso, el desencadenante de la alergia es una sustancia alimentaria, que genera en el paciente una reacción de hipersensibilidad que puede manifestarse de muy diversas formas y diferentes niveles de gravedad. Así, el paciente puede presentar problemas leves como picor o hinchazón de boca y labios hasta otros de mayor gravedad como náuseas, vómitos o dolor abdominal. En los casos más graves se puede producir incluso una anafilaxia, que presenta una seria amenaza a la vida de la persona.